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lunes, 24 de octubre de 2011

Cumpleaños (2/2)

5:09 A.M.

Mi padre ha empezado a encontrarse mal y he tenido que llevarle a urgencias. Ya ha tenido varios amagos de infarto y prefiero no correr riesgos. Supongo que toda la tensión y la inquietud del día le ha pasado un poco factura. Mientras tanto, mi hermano continúa sin aparecer, al igual que Marta. Mientras aguardaba noticias en la sala de espera, han llamado del trabajo. Parece que, como no he notificado adecuadamente mi ausencia de hoy, me abrirán un expediente. Aseguran que es el proceso estándar y que siempre se lleva a cabo en casos así. En circunstancias normales me estaría comiendo bastante el coco, pero ahora lo único que me importa es saber cuanto antes qué le ocurre a mi padre.

2:25 A.M.

Llevo más de dos horas esperando y aún no pueden darme ninguna noticia. En este tiempo he tenido, creo que por primera vez en el día, tiempo para pensar fríamente y echar la vista atrás, hacia todo lo que ha ocurrido desde esta mañana. Y he concluido que no sé si creo la rocambolesca historia de Marta, pero que realmente poco importa. Lo cierto es que, desde que me he despertado, todo parece ir mal. Y, sea cual sea la causa, no me cuesta nada deshacerme del reloj. En cuanto salga de aquí, llamaré a Isaac, ya me inventaré alguna excusa. Me siento mal por meterle en este lío, pero no se me ocurre nadie más a quien llamar a estas horas. Intentaré explicárselo todo lo mejor posible, como ha hecho Marta conmigo.


1:35 A.M.

Todo ha ocurrido muy rápido, y parece surrealista. Quizás es el shock del momento. Mientras aún estaba en la sala de espera me han llamado de la comisaría de la ciudad. Me han informado de que mi hermano está allí, detenido. El funcionario de turno me aseguró que pretendía entregarse y afirmaba haber asesinado a una persona. Tiene que ser algún tipo de error, pero quien me llamó apenas supo darme más datos. Tengo que personarme allí enseguida y abandonar el hospital.




12:37 P.M.

Mi hermano ha matado a Marta. Ni siquiera he podido hablar con él, no pronuncia palabra. Sólo murmura cosas ininteligibles. Tiene los ojos enrojecidos y su mirada vidriosa está fija en algún punto de la pared. Está como traumatizado y paralizado. No puedo más con todo esto. No sé qué ha podido ocurrirle, siempre estaba sonriendo, no parecía estar mal. Aún no puedo creerme todo lo que está pasando, y sobre todo me niego a aceptar que no volveré a ver a Marta con vida. Definitivamente, tengo que deshacerme de este reloj. Cada vez que lo veo en mi muñeca y distingo el movimiento brillante de sus agujas, tan anómalo, tan anormal y tan horrible, algo eléctrico y violento recorre de arriba abajo mi espalda. Con todo lo que ha ocurrido, he perdido la noción del tiempo y ahora sólo quedan minutos para medianoche. Ya he avisado a Isaac, en diez minutos habrá llegado. Aún no le he contado nada, ni le he explicado por qué le hago venir. Me inventaré algo.

12:10 P.M.

El ascensor de la comisaría se ha detenido entre la segunda y la tercera planta, y nadie parece escuchar la alarma ni mis gritos. Es lo último que me faltaba para acabar el día. Además, también se ha ido la luz , y tanto silencio me inquieta. ¿Es que ya no queda nadie en la comisaría a estas horas? ¿No hay un servicio de emergencia, una centralita de atención conectada con el ascensor, como en todas partes? No tengo cobertura en el móvil, pero al menos me permite un mínimo de luz, con el que puedo ver algo y escribir.




12:03 P.M.

No sé qué ha pasado, pero ya sólo queda oscuridad. La deficiente luz del teléfono es sólo un destello, no ilumina más que la infinita negrura. Ya no alcanzo el cuadro de mandos para hacer sonar la alarma. A decir verdad, juro que he avanzado varios pasos sin que nada me lo impidiese. No sé dónde estoy, y no tengo modo de averiguarlo. Aquí todo es vacío y silencio. Si intento moverme, correr incluso, solo encuentro la misma eternidad una y otra vez. Sólo mis pasos transgreden el silencio, su sonido reverbera indefinidamente, hasta convertirse en un finísimo filo que perfora mis oídos. Pero ahora escucho algo más, un sonido distinto, pulsátil, cada vez más potente. Intento avanzar hacia él, pero parece proceder de todas partes. Sin embargo, no es ningún eco. Es un sonido limpio, puro. ¿Me estoy volviendo loco?

12:01 P.M.

¡Oh, Dios, que alguien me saque de aquí! No estoy sólo. Hay alguien más en la oscuridad. Algo más, observándome. Puedo sentirlo…


“Time takes it all whether you want it to or not. Time bares it away, and in the end there is only darkness. Sometimes we find others in that darkness, and sometimes we lose them there again”
S.King

7 comentarios:

  1. Inquietante final, rematado con una gran frase ;)

    No me gustaría en absoluto estar en su pellejo...

    Como siempre FELICIDADES Rober :)

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  2. Al final va a ser verdad lo de que le pasarían cosas malas. ¡Que inquietante! Lo que me desconcietan son las horas que pones porque no coinciden o al menos yo, no veo la conexión. Besos
    Ana

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  3. Ostras, ya me he dado cuenta, el reloj va al revés... es verdad, sólo le falta un minuto para deshacerse de él ¿lo conseguirá para que todo vuelva a ser normal en su vida? Inquietante, muy inquietante, Chao
    Ana

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  4. Al principio pensé que estabas relatando algo que te había pasado de verdad (no caí en que también publicabas historias). Luego pensé que tenías muy muy mala suerte xD Porque, la verdad, es que hay que tener muy mala suerte para que te ocurran todas esas cosas seguidas y, encima, en el mismo día. Cuando ya "tu hermano" mata a Marta, me doy cuenta que es una historia.

    Has creado mucha tensión, constante, que es lo mejor, así engancha más. Enhorabuena, has hecho creer a alguien tu historia ;)

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  5. Encantado de que te haya gustado, Samantha. Mi vida es bastante más tranquila como para que me pasen cosas así xD, pero no me gustaría en cualquier caso.

    ¡Un besito y gracias por leer!

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  6. Por fín me pongo al día caray, llevaba un montón de días intentando pasarme y leer el final del relato!!! Me ha encantado Rober, has sabido mantener la intriga y el interés hasta el último renglón. En la oscuridad pueden hacerse realidad nuestras más temibles pesadillas!!!!

    Un beso Rober!!!!

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