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domingo, 26 de febrero de 2012

"El Prisionero del Cielo" (Carlos Ruiz Zafón)


Después de unas cuantas reseñas que han desfilado ya por este blog, hoy, revisando antiguas entradas, me he dado cuenta casi con horror de que aún no he reseñado aquí a uno de mis autores predilectos. Sí, es típico, un best-seller por excelencia, y ya lo conoce casi cualquier amante de la lectura. Pero, aún así, he decidido hacerle a su última novela, “El Prisionero del Cielo”, el hueco que sin duda merece. Y es que el barcelonés Carlos Ruiz Zafón gusta, y gusta casi a todo el mundo. 



jueves, 16 de febrero de 2012

"Descansa en Paz" (John Ajvide Lindqvist)

Sigo últimamente bastante prendado de la literatura zombie, aunque los protagonistas de la novela que hoy os traigo no son zombies tan al uso. La escribió un sueco con nombre impronunciable: John Ajvide Lindqvist. De primeras quizás no suene demasiado, aunque sí tuvo cierto tirón su primera novela: “Déjame entrar”, con una genial y muy recomendable adaptación cinematográfica. La sueca, que no la americana. Nos sumergimos pues en la novela que hoy nos ocupa: “Descansa en Paz”




jueves, 9 de febrero de 2012

Twin Peaks (1990-1992)

Este desván es más bien pequeño, pero aún así casi siempre encuentro un lugar para ubicar las cosas. Los libros que me han cautivado, los recuerdos que se tornarán polvorientos con el tiempo, las películas que no quiero olvidar…

Hoy traigo una serie emblemática. La última que he terminado de ver pese a que se emitió hace ya más de veinte años. Se trata de “Twin Peaks”, creada por Mark Frost y David Lynch, y emitida entre 1990 y 1991. 



jueves, 2 de febrero de 2012

Fotografía

Aún a veces me sorprendo pensándote, no voy a negarlo. A veces algún recuerdo rebelde me regala un viaje atrás en el tiempo. Y retorno a un pasado, quizá no mejor que el presente, pero que a veces me reclama.

Supongo que no seré tan raro y que todos tendemos, en ciertos momentos, a perdernos entre las calles que ya hemos recorrido. E incluso a soñar con ser una suerte de Demiurgos intertemporales, capaces de reescribir nuestros pasos. Fabulando con qué habría ocurrido si hubiésemos tomado otro camino. Si hubiéramos estudiado Filología. Si no hubiésemos ido a aquel campamento de verano. Si hubiéramos preferido cenar en casa, o si hubiésemos sabido decir que no a tiempo.

El viaje termina, paradójicamente, donde todo empezó. Es un lugar tan céntrico que lo he visitado motones de veces, nunca con intención. A veces, si estoy especialmente melancólico, aún creo ver dos siluetas fundidas, abrazándose en el mismo café. Pero sólo son eso: oscuras sombras sin identidad.