LA VISITA (2015, M. NIGHT SHYAMALAN)
Dos hermanos encarnados por
Olivia DeJonge y Ed Oxenbould personifican la reciente vuelta de Shyamalan a la cartelera. Becca,
apasionada por el cine y el pequeñajo Tyler, un loco por el rap empeñado en
forzar la rima de cada sílaba, emprenderán un viaje para pasar una semana con
sus abuelos, a quienes aún no conocen. Una visita que nuestros dos hermanos,
comandados por una Becca en su salsa, se empeñarán en filmar para el recuerdo.
Lo que no esperan es que, con el paso de los días, el comportamiento de los
abuelos adquirirá tintes cada vez más inquietantes.
Así, en forma de un found footage de bajo presupuesto,
regresa Shyamalan a tontear con el terror. Una película propulsada por ese
magnetismo especial de los dos protagonistas que deriva hacia un terror bastante light y algo naïf, no
esperemos una gran intensidad ni, desde luego, una explosión de violencia. La
apuesta es mucho más sutil. Y efectiva, porque el filme resulta entretenido y
no falta ese puñado de sustos bien planteados y ese aderezo en forma de
tensión. “La visita” es un thriller ejecutado desde esa inocencia infantil, una línea de la que no se despega ni
siquiera en su desenlace, donde un cierto tono adoctrinador no pasa
inadvertido. Gustará a los afines al formato, y seguramente también a los fans
del mejor Shyamalan, aunque no pasará de ser una obra menor en su filmografía. Pero
parece que cosas como “La joven del agua” y “El incidente” han quedado atrás. Y
se agradece, Manoj, de verdad.