La enésima representación de esa
irreconciliable batalla entre ciencia y
religión, entre lo demostrable y lo espiritual, aparece muy bien retratada
en esta película. Y es que Mike Cahill,
con “Orígenes”, ha construido una
historia en la que el dilema parece estar siempre palpitante. A veces más
relegado a un contexto o a un segundo plano, otras casi delante de nuestros
ojos, entre diálogos, o en el perfil de los propios personajes.
viernes, 27 de noviembre de 2015
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Diario de una secuestrada (Ana Cepeda)
Hacía ya un tiempo que no abría
hueco en este espacio para los autores menos conocidos, con todas las sorpresas
(y también algunos chascos, siendo justos) que me han deparado como lector. En
este caso, la novela que me subo al Desván ha sido más que un acierto. Ha sido
precisamente el tipo de lectura que me pedía el cuerpo, la clase de novela que
necesitaba para “oxigenarme” después de un par de historias más densas y exigentes.
miércoles, 11 de noviembre de 2015
La niebla (1980, John Carpenter)
Sé que no es, ni de lejos, el
mejor de los legados de Carpenter.
Pero tiene algo especial, algo que tenía la primera vez que la visioné casi por
casualidad hace un década, y que me he vuelto a encontrar al apostar por ella
como broche a mi pasado Halloween. “La
niebla” es el ejemplo perfecto de que con una trama convencional, con unos
personajes más que encorsetados y sin grandes detalles en el reparto, puede o
pudo hacerse buen terror. Carpenter lo consigue con esa ambientación tan especial, y que va mucho más lejos que un simple
escenario: Ese Antonio Bay, ese
pintoresco pueblo pesquero aparentemente tranquilo con su sheriff, sus marinos,
su faro y esa locutora de radio encargada de, como ella misma dice, calentar
las noches a base de buena música. Es precisamente ella, Stevie Wayne (Adrienne Barbeau), la primera en darse
cuenta de que algo insólito ocurre en Antonio Bay. De que esa densa niebla que
se acerca desde el mar avanza demasiado deprisa. De que parece que desprende un
brillo que no resulta nada habitual. Y
sobre todo, es la primera en relacionar esa niebla con la extraña serie de
desapariciones y de muertes que se han dado últimamente en el, por lo general,
apacible Antonio Bay.
Para saber de qué va la cosa y el
porqué de la mortífera niebla tendréis que ver la peli, claro. Basta decir que
el filme responde bastante a ese esquema Carpenter, una trama sencilla, un delicioso ritmo
in crescendo, una estupenda banda
sonora y varios sustos bien
trazados. Siempre me ha dado la impresión de que Carpenter es uno de los
directores que mejor aprovecha dos elementos fundamentales en esto del terror: la luz, y el silencio. Aquí tenemos
toda una muestra, porque Carpenter realmente nos atrapa en ese mundo ahora de antaño, en esas noches
frías y brumosas de Antonio Bay. Los
puristas dirán que no es una película para el recuerdo, que casi todo lo que
Carpenter ha hecho es más mediatizado que meritorio. “La niebla” no es extraordinaria, ni es imprescindible, pero tiene
algo indefinible. Si os gusta el terror y os entra uno de esos ataques de
nostalgia ochentera, os brindará un buen rato.
miércoles, 4 de noviembre de 2015
Matemos al tío (Rohan O´Grady)
El arribar de una embarcación
marca la escena inicial y a la vez ese nexo que une indefectiblemente dos
vidas. En este caso, dos vidas jóvenes. Estamos ante dos muchachos, Christie y Barnaby, que por distintos
motivos terminan en el mismo lugar: una apacible isla canadiense.
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